viernes, 10 de febrero de 2012

La Ventana de los Cristales Rotos

Me asomo a la ventana y vislumbro lo que nunca podrá ser salvado, los sueños se hacen añicos. Bienvenidos a la Ventana de los Cristales Rotos.

Desde una gran vidriera de colores, desteñidos más o menos por el sol, donde se representa un gigantesco árbol seco de innumerables ramas huesudas, la vida nos devuelve una sonrisa llena de sarcasmo. Es su deber el recordarnos lo que no tenemos, lo que nunca alcanzamos, y lo que antaño fuimos, pues, en el macabro juego de la realidad, es socia de la muerte y van a medias en los beneficios. Es irónico. Al principio hay tantas posibilidades, tantas decisiones que tomar, tantas sendas que recorrer... Somos como el barro virgen arrancado de la tierra, tosco, basto y deforme que moldea el alfarero con sus manos desnudas, destapando la belleza oculta en la naturaleza de forma intrínseca.

Nos pasamos cada dia mirando hacia delante, sacrificando nuestra juventud, nuestra madurez y en ocasiones hasta la salud por un futuro mejor que nunca acaba de llegar. Trocamos la felicidad por la abnegacion, el afecto por lo material, y la diversión por el deber. Si lo piensas tiene gracia. Las mismas condenadas mentes retorcidas que te apremian a tomar decisiones inútiles orientadas a un futuro incierto, son las que te ponen la zancadilla una y otra vez, día tras día para que fracases en ese gran sueño idílico que nos prometen. Somos prisioneros de nuestros propios anhelos, cautivos en nuestras fantasias y esclavos de nuestros caprichos, cuando una sola mirada a nuestro alrededor debería bastar para enseñarnos que nacimos en Arcadia.

Y al final en la vejez, sentado en el sillón, rememoras cada fallo, cada decisión, cada momento en que ansiaste hacer algo que no quisiste o no te creiste capaz, y en lo equivocado que estabas. Recorres con la mirada ese árbol dibujado en tu mente, seco, inerte. Y cada una de las desgarradas ramas, la triste crónica de los caminos que deseaste tomar, y nunca elegiste.

3 comentarios:

  1. oh me encanta tu trabajo.....

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  2. Muy buena conclusión, se nota que es producto de una meditación sana!!
    Somos presos del tiempo, esclavos del dinero y victimas de la codicia exacerbada que genera el egocéntrico capitalismo salvaje. El cual, nos culpa constantemente por los errores de los máximos responsables de esta barbarie criminal que aceptamos a ciegas y sin rechistar.

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